La
historia clínica criminológica
La historia clínica criminológica es un documento de carácter legal
donde se asientan los resultados de la entrevista realizada al interno durante
la valoración criminológica.
Presenta la descripción de la versión del delito y la
visualización que el supuesto victimario le da al hecho realizado. Todo lo que
quede asentado en este documento trasciende, por lo que no se debe esconder,
alterar, malversar o preferenciar ningún dato, cuidando de no omitir ni el más
mínimo detalle, por más obvio que parezca.
Comprende un conjunto de elementos que permite entender ¿Por qué? ¿
Cómo? ¿Para qué? y ¿de qué manera? se
suscitó una conducta que agredió y, por tanto, se ocasiono daño a un individuo
alternando la dinámica personal y social del afectado, así como de la comunidad
a la que pertenece. Por tanto, para ser un instrumento de utilidad, requiere de
claridad en su redacción, certeza en la aplicación de sus conceptos y
honestidad en la toma de datos.
Este escrito narra lo contenido al sujeto en tres momentos
distintos: antes de la conducta delictiva, durante la comisión del hecho y el
pronóstico y evolución que se aprecia que tendrá el sujeto tras el diagnostico
y tratamiento; la historia clínica criminológica habla del pasado, presente y
futuro de un sujeto.
Una de las cuestiones más simples y a la vez mas debatidas dentro
de la elaboración de la HCC es quien la redacta, el encargado de la elaboración
de este documento debe tener presente la imparcialidad en la redacción del
texto, por lo que debe explicarle al entrevistado detalladamente en qué
consiste el estudio y la importancia de su cooperación para su correcta
elaboración.
Se debe evitar al redactar la HCC, la subjetividad o la
inclinación particular a un tema o argumento, si bien es cierto que la
intuición personal del criminólogo es de gran ayuda para la detección de un
diagnostico acertado, ubicar todo el peso de la labor diagnostica en una
sospecha puede alterar de manera completa todo el pronóstico del sujeto; así,
elaborar pre concepciones sin tener todos los elementos claros, impediría la
visualización real de lo que el cuadro clínico está ofreciendo. Induciría la
parcialización del interrogatorio o la dirección intencionada del mismo, y no
se tendrán las bases científicas para justificar el dictamen.
No se debe abusar de los tecnicismos y de las abreviaturas, pues
esto permitirá una seguridad jurídica para quien la redacta, y evitara
ambigüedades en la interpretación que pudieran resultar perjudiciales para el
sujeto estudiado.
Además de ser útil para el tratamiento y pronóstico del
trasgresor, una HCC bien elaborada será un material valioso para identificar
perfiles delictivos por género, tipo de delito, mapeo criminal, e incluso la
génesis y dinámica de los distintos hechos antisociales.
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