sábado, 9 de junio de 2012

Aproximación a la Psicología Criminológica


La Psicología como ciencia comparte con numerosas disciplinas el estudio del comportamiento humano,  así la Criminología, la Psiquiatría, la Antropología, el Derecho, la Sociología, la Medicina forense, etc. coinciden en su objeto de análisis de la conducta criminal, pero lo hacen desde perspectivas radicalmente diferentes, lo  que genera en consecuencia métodos y técnicas de estudio diferentes.

La Psicología Criminológica ocupa un papel importante en el estudio del hecho criminal, en su prevención y control. En su desarrollo histórico la Psicología aplicada a la Criminología ha evolucionado en paralelo a la propia ciencia criminológica, siendo dominada por un enfoque biológico-diferencialista de tipo darwinista en sus orígenes, para más tarde adoptar una postura mentalista, y ya en el siglo XX, ser primero radicalmente conductista y posteriormente asumir los postulados cognitivo-conductuales, dominantes en la actualidad, dentro de un marco integrador.

Para Vicente Garrido Genovés la  psicología criminológica pretende comprender el crimen, sus causas y a sus autores, y dar herramientas para su prevención. Su actuación se realiza en el mundo forense (prisiones, policía, tribunales) y en la propia comunidad, cuando trata de prevenir la delincuencia o elaborar intervenciones en instituciones de la sociedad. Su vinculación con la psicología clínica, comunitaria y social es estrecha, pero ello no es obstáculo para que obtenga su singularidad de la gravedad y extensión del problema al que se enfrenta, y de los métodos que ha ido perfilando en esa tarea.

La Psicología criminológica se sitúa dentro de la Psicología jurídica como rama de la Psicología y abarca distintas áreas: criminalidad, tratamiento de delincuentes, investigaci6n criminal, victimizaci6n delictiva, etc.
La vertiente de la criminología crítica, se cuestiona el papel y la existencia de una psicología criminal pues considera que se sigue una tendencia positivista que centra el problema del delito en el autor, en sus condiciones psíquicas, pasando a ser el delincuente un enemigo del orden social.

Miguel Ángel  Soria Verde precisa que relaci6n de la Criminología con la Psicología ha sido muy crítica, se ha tildado incluso de irrelevante y marginal en sus conclusiones relativas a la  puesta  en marcha de políticas sociales (Parker y Giller, 1981). Es más, la Psicología clínica ha sido criticada por su colaboraci6n con el sistema legal y su ausencia de análisis del proceso global en que se halla sumergido el autor de un delito. Otra de las grandes críticas formuladas a la Psicología ha sido su  aproximaci6n  de laboratorio al estudio de la criminalidad y, en consecuencia, su relativo desprecio por los aspectos ambientales del medio abierto, difícilmente reproducibles en una situaci6n experimental.

La labor del psicólogo criminológico, es un trabajo clínico y de diagnóstico en el que se emite una valoración profesional del estado mental de las personas involucradas en el proceso judicial pertinente. Mediante el informe pericial, el psicólogo ajeno a la contienda procesal por carecer de interés directo sobre la causa, expone sus consideraciones y conclusiones acerca de los hechos que son objeto de pericia y, si es necesario, deberá ratificarlo en el acto de juicio oral.

La labor pericial psicológica consiste en proporcionar al proceso judicial, aceptación universal, técnicas diagnósticas y el conocimiento científico que permita una valoración totalmente objetiva de la conducta humana, desde la ciencia.

En la actualidad, la Psicología Criminológica estudia a los delincuentes desde varias perspectivas. Se estudian sus procesos cognitivos, es decir, los patrones de pensamiento (razonamiento moral, distorsiones cognitivas, minimización, o racionalización ante el delito). Se analiza el papel de la biología en la conducta, investigando la relación entre lo genético y el comportamiento criminal, así como el papel del cerebro como regulador de las emociones y conductas. Y finalmente, se analizan las carreras delictivas de los delincuentes para determinar los factores de riesgo que les precipitan hacia una trayectoria antisocial y los factores de protección que parecen aislarles del delito.